Es la evaluación de los contaminantes emitidos por fuentes fijas, móviles, dispersas y de área, asociadas a los procesos productivos objeto de estudio, con el fin de determinar la inmisión, es decir, la transferencia de contaminantes de la atmósfera a un receptor y verificar el grado de cumplimiento de los mismos con respecto a los niveles máximos permisibles establecidos en la legislación ambiental vigente. Las mediciones son ejecutadas con muestreadores debidamente calibrados y/o verificados, teniendo en cuenta la metodología establecida por la EPA, adoptada por el IDEAM.
Este tipo de estudios son desarrollados en industrias cementeras, molineras, zonas francas, canteras, productoras de cal, puertos, rellenos sanitarios, generadoras de energía, productoras de agroquímicos, ladrilleras, entre otras, así como en asentamientos urbanos y rurales, y aquellas industrias que tengan requerimientos ambientales.